Desde que los perros son perros han tenido un trabajo. Perros pastores, perros cazadores de grandes presas, perros ratoneros, guardianes, de alerta… Y también, aunque no muchos, los perros de compañía.
¡Es verdad! Así como muchas razas se seleccionaron para cumplir una tarea específica, también hay casos de perros que han sido criados únicamente para ser nuestros mimados compañeros. Ejemplos fáciles son el Lhasa Apso, el Shih Tzu o el Bichón Frisé.
Estos animales han sido mimados y consentidos durante toda su historia. Son por lo general perros de bajo nivel energético (nunca han necesitado mucha energía para acompañar a nadie, ¿no crees?), pero sí pueden ser muy engreídos y caprichosos. Al fin y al cabo, desde la antigüedad los nobles y los ricos les han dado todo lo que se les ha ocurrido… ¡y estos perros están convencidos de que se lo merecen!
Qué gracioso, qué divertido, ¿no? Un perrito pequeño y adorable completamente decidido a reclamar tu atención, porque se la merece por el mero hecho de estar ahí. Es estupendo cuando ladra sin parar hasta que le haces una caricia o le das una golosina, sin importar que sean las cuatro de la madrugada o tengas a tus jefes cenando en casa.
¡Y qué decir de hacer pis en cualquier parte! La casa es suya y puede hacerlo donde quiera, ¿no? Por algo es el rey, es tu ojito derecho, el niño de la familia, el pequeño príncipe al que adoras y mimas.
Vamos a ser claros, amigo mío: si las cosas son así, es que has creado a un monstruo. Una vida equilibrada y feliz es insostenible si tu perro es el amo y señor de todo lo que mira, si puede hacer lo que le venga en gana sin ningún control. Que sea un perro de compañía no quita que necesite una disciplina. Sigue siendo un perro.
Pero tranquilo, no te apures. Puedes arreglar los malos comportamientos que tenga… y al mismo tiempo seguir disfrutando del mejor amigo que nunca has tenido.
¡Ánimo! Todo irá bien si eres consciente y trabajas en el correcto adiestramiento.
Marcos Mendoza