El Yorkshire es un perrito de reducito tamaño que pueden llegar a pesar menos de un kilo, pero con una personalidad explosiva y enérgica. Estamos ante un animal que siempre ladra, salta, da vueltas, se mueve, es como un pequeño y demoledor tornado. Además estamos ante una raza que está poco dispuesta a ser sumisa y obediente, ¡lo que dificulta mucho más su adiestramiento! Así pues, ¿cómo hay que educar a un Yorkshire?
Estamos ante un animal que existe únicamente para ser caprichoso y adorable. Con su pequeño tamaño y sus maneras excitables se convierte en el perro al que todo el mundo quiere mimar. ¡Pero cuidado! No podemos excedernos. No hay peor error para educar a un yorkshire que darle todos los caprichos que nos podamos imaginar. Tiene que ganárselo…y ser irresistiblemente adorable no es suficiente. Aunque resulte difícil negarle nada a esa carita encantadora y a esas cabriolas que hace, hay que pensar que es por su bien.
Un yorkshire es de naturaleza inquieta, muy excitable y con una gran cantidad de energía. Debemos tener en cuenta eso a la hora de educarle: significa que a causa de una personalidad caprichosa y en ocasiones incluso dominante, nos vemos en la necesidad de ser muy estrictos con él, más de lo que seríamos con un perro más dócil.
El yorkshire no consentirá que se le golpee ni se le grite, probablemente se volverá hacia él y será rebelde; sólo aceptará un dueño firme, muy seguro de sí mismo y que jamás dé su brazo a torcer. Verás, si decides que tu yorkie no sube al sofá, no se lo debes permitir jamás. Si encuentra una debilidad la aprovechará para convertirse en el amo de la casa, y debes recordar en todo momento que tú eres quien manda. De lo contrario será un desastre de perro, un torbellino de pelo y patas y ladridos con el que será difícil convivir, ¡aunque sean tan monos!
En resumen, ¿qué debes hacer? Educar a un yorkshire no es tan diferente de educar a un collie, a un pastor alemán o a un bulldog. Sólo debes asegurarte de ser muy firme y seguro, y sobre todo: consecuente. Cuando es así, es así todos los días, a todas horas. No dejes que su aspecto adorable te haga decir «bueno, sólo por esta vez sube al sofá». Mímalo, pero no en exceso, y desde luego no cuando te lo pida: sólo cuando lo merezca. Así es como conseguirás un yorkshire equilibrado y perfectamente educado.
Si quieres saber más sobre el adiestramiento de la raza Yorkshire Terrier, entra aquí:
http://perro-obediente.com/razas-de-perros/secretos-yorkshire-terrier.html
Saludos,
Marcos Mendoza