A veces los perros no se llevan bien entre ellos. A veces, no se llevan bien con niños, gatos u otros animales. ¡Qué digo, a veces no se llevan bien ni con las visitas!
Como las personas, hay perros con mucho carácter a los que no les gustan las intromisiones. Pero, igual que las personas, un perro tiene que aprender a ser tolerante con los miembros de la familia y los visitantes.
Puede que te resulten conocidas algunas de estas escenas:
—Tienes dos o más perros. Uno de ellos siempre gruñe, incluso muerde, cuando el otro se le acerca. No quiere jugar. No quiere compañía.
—Tienes gatos en casa, y tu perro los persigue siempre que los ve… y no de una buena manera.
—Tienes un hijo que quiere jugar con tu perro, pero el perro se muestra arisco y temes que acabe con sangre.
Estos son los casos más comunes de problemas de convivencia, y lo cierto es que todos tienen potencial para el desastre. ¿Qué haces cuando dos miembros de tu familia no pueden estar en la misma habitación?
He visto muchos casos de perros que pelean cada vez que se ven. Los dueños están desesperados y se lamentan de su suerte… pero, por suerte, existen medios para solucionarlo. Como he dicho, las personas aprenden a tolerarse, y también pueden hacerlo los perros. Solo hay que hacerlo con cuidado.
Nos vemos pronto, amigo.
Marcos Mendoza