Se acercan fechas importantes y algunos nos encontramos con que a los perros parece gustarles mucho tirar o morder el árbol de Navidad. ¿Te ha pasado? En ese caso, puede que este correo te lo aclare.
Déjame tranquilizarte, en primer lugar. Tu perro no está loco ni es malo. Muchos perros parecen tener tendencias extrañas con los árboles de Navidad, pero no están intentando destruirlo ni sacarlo de casa: el quid de la cuestión radica en que es un elemento nuevo, a menudo grande, muy colorido y lleno de luces, y el perro está deseoso por explorarlo, descubrir qué es y jugar con él.
Sí, eso es todo. En la mayoría de los casos, el perro tiene curiosidad por este colorido y luminoso elemento, aunque lo demuestra de la manera incorrecta: con demasiado entusiasmo.
Puedes hacer dos cosas para ahorrarte el disgusto de encontrar tu árbol de Navidad tirado en el suelo o lleno de mordidas, o toda la decoración esparcida o rota. Tranquilo, yo te las cuento:
- Asegúrate de proveerle a tu perro el suficiente ejercicio. Un perro ejercitado es un perro mucho más tranquilo. ¡Palabra! Si está excitado por la falta de ejercicio, hay muchas más posibilidades de que salte, empuje y muerda todo lo que encuentre a su paso.
- Mantén el liderazgo de la manada. Cuando él se acerque con demasiado ímpetu al árbol, tienes que ser capaz de decirle “¡No!” y que él se detenga en el acto. Tu perro tiene que respetarte lo suficiente para dejar de hacer lo que haga, y para comprender lo que es importante que no toque. Y eso solo se consigue de un modo… y es con el correcto adiestramiento de un perro.
¿No has empezado tu curso de adiestramiento canino? ¡Es el mejor momento!
¡Salvemos los árboles de Navidad!
Marcos Mendoza