Se llaman perros primitivos a esos perros que no han cambiado mucho a lo largo de la historia, y por tanto, su aspecto y sus características han sido iguales desde sus inicios.
El perro es un animal al que para bien o para mal el hombre ha estado modificando a su antojo desde siempre. Mediante la crianza, hemos seleccionado individuos con rasgos que queríamos, ya sea en el ámbito físico o en lo personal. Así hemos hecho razas especiales para ciertas tareas, perros de caza más efectivos, perros de pastoreo más obedientes,…
Pero hay algunas razas que no han sufrido estos cambios, a menudo por el aislamiento, como es el caso del basenji en áfrica o del perro peruano sin pelo en latinoamérica. También encontramos al podenco mediterráneo.
En Japón, por ejemplo, hay muchas razas que, aunque se consideran también de otras categorías, son perros primitivos por la misma razón. La pureza racial viene dada de la ausencia de cruza con otros perros. Así encontramos a animales como el akita o el shiba inu.
¿Y qué significa esto? Significa que estamos ante perros sin mezclas, y por tanto, de una genética muy específica. Es poco común que los perros de estas razas se desvíen de la personalidad general que se le atribuye; por tanto, el akita es casi siempre un animal independiente, y el basenji, muy cabezota.
Todo esto tiene su utilidad, y es que para educar a un perro primitivo no necesitas desviarte mucho de lo que pone en los libros. Por ejemplo, te puedo ofrecer una guía de educación para la raza de tu perro:
¡Y eso es todo por hoy! Nos vemos pronto, amigo.