Los que llevan este nombre tan raro son, en esencia, los perros robustos: los que son “una mole”, los grandes y fuertes y los que, para mucha gente, dan miedo. Algunos ejemplos son el rottweiler, el bulldog o el dogo argentino.
La humanidad decidió que estos perros de aspecto fiero fueran seleccionados a menudo como perros de combate. Es decir, son animales que durante muchas generaciones han sido obligados a luchar unos contra otros.
Es una práctica terrible, como bien sabes, pero eso no evita que la crianza deje una huella en los genes de un perro.
¿Significa eso que tu dogo canario, tu bullmastiff o tu bóxer van a ser agresivos? ¡Para nada! De hecho hay perros molosoides que a pesar de todo son los más dóciles, como es el caso del gran danés.
Pero bueno, ¿qué significa entonces que un perro sea molosoide?
Significa que es un animal con mucha fuerza y resistencia. Eso se traduce en que cuesta mucho cansarlo, gastar su energía. No suelen ser perros extremadamente hiperactivos, pero pueden ponerse nerviosos si n o hacen el debido ejercicio.
También son perros muy dóciles, aunque a menudo un tanto dominantes. Me explico: a los perros como el bulldog o el rottweiler hay que ganarlos, pero cuando se consigue, no hay perro más fiel o más leal.
Creo que con esto ya te haces una idea de lo que significa tener un perro como este. Mucho ejercicio, la debida disciplina… y lo más importante: toneladas de cariño.
Si te interesa saber más sobre cómo educarlo y tenerlo feliz, te recomiendo buscar la raza de tu perro en esta lista y empezar a trabajar:
¡Nos vemos pronto, amigo!
Marcos Mendoza