Últimamente he estado tan ocupado con los problemas individuales que puede desarrollar un perro, que me he olvidado de lo importante.
Sabes qué hacer si tu perro es ladrador, si es agresivo, si no responde a tu llamada o si se hace pis en el salón de la casa (ya has ido viendo mis anteriores mensajes, ¿verdad?). No obstante, ¿y si tu perro no tiene ninguno de estos problemas? ¿Y si no hay nada realmente específico que sea un problema?
Todo bien, entonces, ¿no?
Mmmm… ¿Seguro?
Porque que un perro “a veces” te ignore es una señal.
Que “a veces” gruña también.
“A veces” puede portarse mal.
Si es solo a veces, no pasa nada. ¿Verdad?
Pues estás equivocado. Que solo pase de vez en cuando significa que tu perro está muy lejos de estar educado, ser equilibrado y feliz. Que veas a un perrito brincar, dormir a placer y “sonreír” no significa que sea feliz; significa que no sabe lo que es ser feliz.
Los perros necesitan ciertas cosas, y los humanos tendemos a olvidar dárselas.
Seguro que ya sabes por dónde voy.
La disciplina es un pilar básico en la felicidad del perro. La disciplina le permite encontrar su lugar en el mundo, su función en la manada; y créeme, incluso los humanos queremos tener una función, servir de algo a alguien, aunque sea a nosotros mismos.
Tu perro quiere servirte a ti. Está en su naturaleza. Pero no puede hacerlo, al menos no bien, si no le enseñas lo que quieres.
Así que ¿a qué esperas?
*Enséñale a Tu Perro Qué Quieres De Él*
¡Será muy divertido, te lo prometo!
Marcos Mendoza