El horror de un perro enfermo, esa pesadilla con la que no te quieres encontrar

Los que tenemos perros vivimos con miedo: miedo a que cojan una enfermedad, miedo a no verlo venir, miedo a verlo y no poder hacer nada por evitarlo.

Para nosotros es más fácil, ¿no? Lo decimos cuando nos encontramos mal (¡y también cuando no!), pero un perro… Ay, ellos son una fuente constante de alegría y vitalidad hasta que de pronto, se apagan.

Leí hace tiempo un caso de una perrita con cáncer de laringe. Los tratamientos no ayudaron, y finalmente murió, pero el mismísimo último día fue a pasear con su dueña, corrió tras la pelota y jugó mucho rato, llena de energía y vida.

Eso no lo hizo más fácil para su propietaria, que, por cierto, un tiempo después sufrió el mismo tipo de cáncer que su perrita, y lo superó recordando la fuerza de voluntad de ella.

Pero no es eso lo que quiero decirte.

Lo que quiero que entiendas es que los humanos tenemos muchas dificultades para ver los síntomas en los perros. Puede que gima, puede que parezca tener menos energía, pero créeme… es bastante posible que el perro siga pareciendo el mismo mientras gesta una enfermedad en su interior.

Y por eso estoy aquí ahora mismo: para decirte que hay síntomas, los hay, que te pondrán sobre aviso. Pero para eso tienes que aprender a detectarlos, y eso no es tan fácil.

Te ofrezco mi libro sobre enfermedades caninas, con el que espero que esa tarea sea más fácil, y así tu perro esté sano y tú, mucho más tranquilo.

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No dudes y no esperes a “ver algo raro”, porque para entonces tal vez ya sea tarde.

Marcos Mendoza