Lo más probable cuando un perrito llega a tu casa, sea un cachorro lleno de energía, curiosidad e incluso puede que un poco de miedo. Al fin y al cabo, tu casa es un lugar nuevo para él.
Ahora bien, es el momento en que tienes que tomar una decisión importante. ¿Cómo vas a educarlo?
¿Cómo, que no es tan importante? Bueno, entonces contéstame a esto: ¿qué prefieres, un cachorro que se sienta a tu lado cuando se lo mandas, nunca ensucia y jamás muerde tus zapatillas, o un perrito que hace lo que quiere, pide a la mesa y hace pipi y caca en el salón?
La respuesta es fácil, y te lo digo en serio, la diferencia radica en la educación. Cuando es un cachorro es el mejor momento para poner normas y enseñarle a cumplirlas.
Y el kit de la cuestión es ese: enseñarle. Porque no puedes restregarle el hocico sobre un charco de pis y esperar que entienda que hacer sus cosas en el suelo de casa es malo. Hace veinte años todos creían que así era como funcionaba, pero no es cierto. Así asustas al perro. Lo traumatizas. Y tú no quieres un perro traumatizado, ¿verdad?
No; para educarlo tienes que entender cómo funciona su mente, cómo aprende y moldea su comportamiento. Yo puedo ayudarte. Para empezar, ¿por qué no me dices su raza?
Ya verás que no es tan difícil como crees.
¡Nos vemos pronto!
Marcos Mendoza