Uno de los problemas más comunes y desagradables: cuando tu pitbull hace sus cosas por toda la casa, sin importar el tipo de suelo, las patas de los muebles… ¡incluso en la cama! Es sucio, maloliente y desagradable, pero ¿qué puedes hacer?
Conozco variedad de métodos para “evitar” este asunto, y la mayoría son infructuosos.
Muchos quieren que su pitbull solo haga sus necesidades en la calle. ¡Ah! ¿Y cómo le dices eso? ¿Cómo esperas que aguante las horas que hagan falta? A veces no puede, ¿y entonces qué?
Algunos optan por gritar al perro, señalando la orina o la plasta de caca, o incluso le frotan el morro contra sus desechos, o, llegados a un punto más agresivo, lo golpean. Y como el pitbull se encoge y pone cara de arrepentimiento, es que lo entiende y sabe que ha hecho mal.
Si utilizas alguno de estos métodos, déjame decirte que son todos un gran error. Tu perro no muestra arrepentimiento: no tiene ni idea de lo que le estás diciendo ni cuál es el origen de tu enfado. No relaciona los eventos, así que no entiende qué ha hecho mal… pero como estás tan furioso, intenta apaciguarte mostrando sumisión. Y suele funcionar, de modo que lo seguirá haciendo.
Amigo, esto es tan contraproducente que tu perro puede llegar a orinarse mientras lo regañas, de puro temor. He visto casos así, y dan mucha lástima.
¿Quieres hacerlo bien? No hay problema. Las instrucciones son simples:
- Dispón de un lugar donde tu perro pueda ir libremente a hacer sus necesidades. Hay cajas de arena para perros, por ejemplo, que simulan césped. También puedes usar toallitas de entrenamiento, o cualquier variedad que quieras. Lo importante es que tenga su propio retrete, para entendernos, dentro de la casa.
- Mantén un horario regular de comidas. Eso ayudará a que su sistema digestivo sea previsible.
- Vigila a tu pitbull. Siempre da señales de querer hacer sus cosas antes de hacerlas, solo debes prestar atención. Si no estás en casa para hacerlo, mi recomendación es ponerlo en una jaula lo bastante grande para que se mueva cómodamente, pero que no le permita alejarse mucho de comida y agua; eso hará que se contenga hasta que puedas sacarlo.
- Cuando veas que quiere hacer sus cosas, llévalo directamente a su retrete particular. Conoces a tu perro. Anímalo con suavidad o con brío en función de su personalidad para que lo haga ahí.
- Lo más importante: cuando haga sus cosas donde tú quieres que lo haga, recompénsalo. Galletas, caricias, palabras dulces… Como he dicho, conoces a tu pitbull.
Ya ves que no es tan difícil, ¿verdad? Con este método, no tardará mucho en aprender dónde hacer sus cosas.
Marcos Mendoza