Hay ciertas razas que tienden a ladrar más que otras, pero lo que sí está claro es que si quieres que tu perro no desarrolle un ladrido excesivo debes educarlo correctamente.
Si tu perro ya ladra excesivamente no te preocupes, aún no es tarde, sólo te llevará un poco más de tiempo y dedicación, pero puedes conseguir quitarle ese mal hábito a tu perro.
Hay varias razones por las que tu perro puede ladrar, y esa es la clave fundamental, debes averiguar a qué se debe el ladrido de tu perro y a partir de ahí podrás educarlo y corregirlo adecuadamente.
Por ejemplo, tu perro puede sentirse amenazado y ladra como señal de propiedad, a personas desconocidas que se acerquen a casa. En este caso debes empezar por reducir poco a poco la cantidad de ladridos de tu perro y que deje de ladrar como loco ante cualquier extraño.
Deja que ladre una vez y luego mándalo a callar. Acércate a él y pídele que se siente. Si deja de ladrar dale una recompensa, puede ser una caricia, una golosina… lo que tú veas.
En caso de que no te haga caso y siga ladrando ponte entre la puerta y tu perro y vuélveselo a mandar.
Sé firme y constante. Este es un hábito que no se quita de la noche a la mañana, pero lograrás que tu perro deje de ladrar frenéticamente.