Cómo bañar a tu perro sin morir en el intento

¿Problemas con el baño? ¡Completamente normal! De hecho, si tu perro es adulto o al menos ya no es un cachorrito tienes muchas probabilidades de que tenga un gran terror a la hora del baño, hasta el punto en que resulte imposible. Algunos perros son agresivos, otros incluso se orinan, tiemblan y dan mucha lástima…

Esto pasa porque han aprendido a asociar el baño con algo negativo. Ya sea porque no han recibido un baño apropiado, ya sea porque sus dueños están tensos o malhumorados, porque les ha picado la piel o los ojos,…. hay mil razones para que un perro le tema al baño.

El truco está en hacer que lo asocie a algo positivo. Y me refiero a todo: al agua, al lugar del baño, el champú, e incluso la toalla y el secador.

Pongamos por ejemplo que tú vas a usar la bañera, champú para perros, una toalla especial y un secador para que no vaya mojado por a casa. Pues en ese caso:

-Acerca a tu perro a la bañera. No vas a bañarlo todavía, solo vas a enseñarle el lugar, que lo vea como algo positivo. Tu tranquilidad, tus caricias y algunos premios serán las herramientas para que no vea el SITIo como algo malo. De hecho, puedes llegar a meterlo en la bañera y acariciarlo y darle algunas golosinas.

-Usa el secador cerca de él, a potencia baja y con temperatura tibia. No pongas el aire muy caliente ni tampoco helado, ni muy fuerte, pues el sonido lo puede asustar. Deja que sienta curiosidad, y cuando se acerque, dale su merecida recompensa. Acabará por disfrutar.

-Que la toalla sea una herramienta de juego. Juega a hacerle cosquillas o a frotarlo con la toalla, parajque se familiarice con ella y sea algo bueno.

-Con todo lo anterior conseguido, acostúmbralo al agua tibia. Mete al perro en la bañera y mójale las patitas, ríe y juega con él para que vea que no pasa nada. Ve mojando más, muy poquito cada vez, y siempre que esté tranquilo.

Y recuerda, ante todo, que no debes empaparle la cabeza. Eso puede asustarlo, y provocará que se sacuda más fácilmente. Por el contrario, mójale la cabeza con las manos, y ten muchísimo cuidado con el champú: nada debe entrarle en las orejas o en los ojos, NADA.