
Hoy navegando por internet he encontrado una noticia que habla sobre un perro abandonado, un criollo que está en una protectora colombiana y que, aunque ha estado en proceso de adopción varias veces, nunca ha terminado de encontrar un hogar para él.
¿Por qué? Por lo visto, “porque no es lo bastante bonito”.
Este perro sufre una enfermedad que hace que en zonas de su cuerpo no le crezca el pelo. Su pelaje es irregular y tiene partes calvas, así que para muchos “es feo”. Y como es feo, se echan atrás a la hora de adoptarlo, aunque sus cuidadores dicen que es muy noble, cariñoso y cuidadoso con la gente.
Vivimos en un mundo donde el aspecto importa más que otra cosa… y eso es muy triste. Este perro, por “ser feo”, tiene muy pocas probabilidades de salir adoptado,, así que pasará el resto de su vida en la protectora, y morirá allí de viejo sin que nadie lo haya querido, solo porque tiene calvas.
Como este, hay muchos perros en la misma situación. Animales enfermos o malheridos que no encuentran familia porque son “imperfectos”, como si la perfección fuera lo único que se puede querer. ¿Por qué lo diferente es malo?