
Como pasa con cualquiera, los perros también pueden sufrir sarro y caries. Una buena alimentación es básica para ayudar a controlarlo (por ejemplo, las croquetas secas son muy buenas porque “arañan” los dientes quitando el sarro), pero nos engañemos: no es suficiente.
Ante la higiene bucal de nuestros amigos caninos tenemos dos opciones:
- Llévalo a un profesional. Los veterinarios hacen limpiezas bucales continuamente, aunque por supuesto cobran por ello, y muchas veces sedan a los perros para evitar mordiscos.
- ¡Límpialo tú mismo! Mínimo una vez por semana es ideal. Existen cepillos de dientes especiales para perros, igual que hay dentífricos específicos para ellos. ¡Los hay con sabor a pollo! Es muy bueno acostumbrarlo desde muy pequeño a hacerlo, para que le guste y no le tenga miedo.
¡Mucho cuidado! Jamás utilices un dentífrico de humano. Su contenido el flúor es tóxico para los perros, que, naturalmente, no aprenderán a escupir esa pasta… sino que se la tragan. Por eso es importante utilizar uno especial para ellos.
Bueno, ¿y tú qué? ¿Cuidas la dentadura de tu perro?