El perdiguero gallego, nativo de la comunidad gallega de España, es un perro con un increíble instinto cazador. Son animales leales, dóciles y valientes que están siempre pendientes de sus humanos, siempre corriendo cerca durante el trabajo.
Y nótese bien esa palabra: trabajo.
Algo que sucede con muchos perros criados para una tarea específica (la caza, la guardia, incluso el pastoreo) es que no se sienten satisfechos si no tienen tareas. Es lo mismo para el perdiguero gallego, que, ante la inactividad, busca algo por hacer… Normalmente toda clase de cosas desagradables que vas a odiar: escapar de casa, cavar agujeros, correr por el salón, morder los muebles…
Así que, ¿cómo evitas esos comportamientos nocivos que van a destrozar tu casa y tu relación con tu perro?
- Dale una tarea. Por ejemplo, que durante el paseo lleve un arnés con una botellita de agua, o enséñale a buscar y traer cosas específicas, como tus zapatos, el periódico, o incluso las llaves.
- Juega con él. Los juegos son entendidos como un divertido trabajo, si se hace bien. La búsqueda del tesoro, el escondite o los trucos son tareas que llevar a cabo mientras juega.
- Ejercicio. Perseguir la pelota, correr o incluso pasear son maneras perfectas para gastar toda esa inmensa energía de cazador.
- Adiestramiento. El perdiguero gallego es un perro con mucha necesidad de seguir a su humano. Dale un líder, un jefe, alguien a quien observar y seguir, y lo harás el perro más feliz del mundo. ¡Y también el más obediente!
En general, tener a un perdiguero gallego sano y feliz no es difícil, ¡pero hay que aplicarse! Así que es mejor para personas activas que estén dispuestos a darle juego y paseos, que quieran enseñarle trucos increíbles que van desde dar la patita a traer la correa.
¡No vemos muy pronto!
Marcos Mendoza
PD: ¿Quieres saber más sobre esta poco conocida raza? ¡Sin problema! Echa un vistazo aquí.