A menudo muchas personas llaman “cazador” al perro cobrador, y aunque se relacionan, hay que saber que son diferentes.
Hay varias clases de perro cazador: está el perro de muestra (como el weimaraner), el sabueso (como el basset hound), el lebrel (como un galgo), el terrier (por ejemplo, el Jack Russell), y finalmente están los perros cobradores (como el labrador retriever).
El perro cobrador lo que hace es básicamente seguir a su dueño cazador y cuando este abate una presa, corre a buscarla para traérsela.
¿Cómo, que no eres cazador? ¡Espera, amigo mío, porque todavía te interesa seguir leyendo!
El perro cobrador tiene una serie de características que se reflejan en la mayoría de los individuos de estas razas. Son animales enérgicos y difíciles de cansar, y tienen un enorme instinto para perseguir objetos, y facilidad para traérselos a su humano. No suelen tener aversión al agua, sino que de hecho suele gustarles nadar, una actividad muy recomendada para gastar energía.
Te digo esto porque si tienes un Golden retriever, un cocker spaniel o un perro de aguas (todo perros cobradores), debes tomar en cuenta las características que te acabo de contar. Estos son animales enérgicos y con ganas de traerte cosas, algo que puedes potenciar o mejorar con el debido adiestramiento.
Por ejemplo, si un labrador no gasta la energía que tiene, dejará de ser el dócil compañero que quieres y puede volverse destructivo, hosco e incluso agresivo. ¡Uff! No obstante, si le enseñas a traerte objetos y le das largos paseos, su nivel de energía bajará y estará sereno, feliz y alegre. Mucho mejor, ¿no?
Ahora bien, cada perro es único, tiene su propia personalidad y sus necesidades distintivas. Te recomiendo echar un vistazo a la lista siguiente para buscar la raza del tuyo y empezar a educarlo:
¡Nos vemos pronto!
Marcos Mendoza