El Podenco Andaluz es un perro maravilloso: ágil y muy sociable, es un perrito tímido pero muy activo, un antiguo cazador que es fiel a su familia tanto como un Labrador.
Este podenco es muy inteligente y muy activo, lo que significa que es perfecto para humanos a los que les gusta dar largos paseos e incluso hacer deporte con sus perritos. Es paciente con los niños y le gusta mucho jugar con ellos.
Entonces, ¿cuál es el problema? ¿Qué es lo que puede convertir este perro ideal en un pequeño demonio que muerde, que ladra, que escapa de casa, que destroza tus cosas o se orina en tu sofá?
Casi siempre, el origen del mal comportamiento en un Podenco Andaluz es…
… la falta de estímulos.
Cuanto más enérgico e inteligente es un perro, más estímulos necesita. Necesita moverse, hacer tareas, jugar, pero también aprender, practicar trucos y tener objetivos. Tanto su mente como su cuerpo necesita estimulación, y en gran variedad para que no se aburra.
Lo bueno es que es muy fácil: el adiestramiento, enseñarle trucos, los juguetes interactivos y los juegos complejos como el escondite o la búsqueda del tesoro son ideales, y el propio aprendizaje de todo esto sirve al propósito de mantenerlo entretenido.
Lo malo es que tienes que ocupar parte de tu tiempo en todo esto: en jugar, enseñar, adiestrar, e incluso en aprender tú mismo cómo hacer todas estas cosas. Pero ¿quién se va a quejar de pasar tiempo con su perro? ¿Verdad?
Marcos Mendoza
PD: ¿Te gusta esta raza? ¿Te interesa saber más? Entra a este enlace y echa un vistazo.